Por Carolina Trens
Es muy raro que “los malos” quieran una
Comisión de la Verdad y más raro aún que “los buenos” hasta ahora, después de
cuatro años de diálogos y de más de 60 de guerra, digan que si pero con
condiciones.
La condición de “los buenos” es rara
también: habrá verdad cuando “los malos”depongan las armas. ¿Y por qué? ¿Acaso
no necesitamos la verdadya, toda la verdad precisamente para condenar a “los
malos”, para que sean repudiados? ¿Para que la justicia de “los buenos” tenga
pruebas fehacientes y suficientes? ¿Cuando Humberto de la Calle[1]
dice que la futura comisión no será “un monstruo que va a salir a buscar
inocentes como una especie de Gestapo”, a que “inocentes” se refiere? ¿A “los
buenos”? Humberto de la Calle tampoco quiere una feria de denuncias ¿por qué?
¿Creerá que de abrirse ese espacio las denuncias serán de millones? ¿De quiénes:
de “los malos” o de “los buenos”?
Es raro también lo del cese al fuego. “Los
malos” exigen desde el inicio de las negociaciones parar la guerra ya, incluso
en contravía de la máxima guerrillera de la que hablaba el Che de que la
guerrilla que no combate muere. “Los buenos” que dicen no querer más víctimas
se niegan rotundamente a un cese al fuego, que raro. “Los buenos” tienen muchos
aviones bombarderos, drones, helicópteros y armas de todo tipo y en cantidades
enormes, también tienen las Fuerzas Armadas más grandes del continente, son
aliados y reciben el apoyo de EE.UU., Israel e Inglaterra para defenderse de
una guerrilla integrada por “niñas y niños violados” (eso dicen los medios de
comunicación de “los buenos”).
A propósito de los niños y niñas: a “los
buenos” les preocupan mucho los menores en las filas guerrilleras, pero los
14.000 niños wayúu que han muerto por falta de agua y comida no tanto, tampoco
los 10.000 o 15.000 o 20.000 que se prostituyen en las calles de Cartagena,
Bogotá, Cali, Medellín.
A propósito del agua: a “los buenos” les
duele la contaminación del líquido precioso cuando “los malos” vuelan
oleoductos o queman carrotanques con petróleo, pero a “los buenos” les parece
muy bien el fracking, la minería a cielo abierto y mejor a gran escala. “Los
malos” defienden a los campesinos, a los orfebres, a los trabajadores
artesanales de las minas; “los buenos” los persiguen porque son ilegales.
Es raro que “los malos” quieran una reforma
agraria para los campesinos y para la seguridad y soberanía alimentaria, es
decir para beneficio de todo el país, incluso de los ricos que también
acostumbran comer. Y es raro que “los buenos” no se ocupen de cumplir la
Constitución, ni se hayan ocupado en 50 años de hacerlo, y es desarrollar el
país, acabar no con los pobres sino con la pobreza y la miseria, muy por el
contrario, aumenta día a día, de casi 7 millones de desplazados el 78% eran
propietarios.
Es raro que “los buenos” quieran mantener
una justicia a lo Pretelt[2],
quien suma tres procesos penales en su contra por soborno, tráfico de
influencias, despojo de tierras, desplazamiento forzoso, crímenes de guerra y
de Lesa Humanidad.El Doctor Pretelt es de “los buenos” y de “los mejores” es
uribista pura sangre. Dijo que no renunciaría a su alto cargo de Presidente de
la Corte Constitucional porque “otros” en el Estado habían hecho cosas peores.
Es raro, pero la verdad sigue en su cargo.
Un día de estos,no sería raro, que la
“tortilla se vuelva” y “los malos” coman pan y “los buenos” mierda, mierda.