I Have a
Dream… I Have a Drone…
Yo tengo un sueño… yo tengo un dron…
Por Carolina Trens
Nunca
antes la política norteamericana había sido tan agresiva y criminal como en
estos tiempos en los que nos ha tocado sobrevivir.
Desde
que la diplomacia de EE.UU. adoptó como política de estado la conquista del
mundo, no ha cejado en el intento, no ha escatimado esfuerzos, dinero,
sacrificios propios y ajenos, ciencia y tecnología, innovaciones increíbles.
Absolutamente todo el potencial de un pueblo, su laboriosidad, su disciplina,
su innegable capacidad de creación, dedicados al infame objetivo de la
“supremacía blanca”, de la esclavitud del resto de pueblos y naciones, de la
innoble y retardataria tarea de destruir la construcción de democracia y pan,
libertad y paz que la humanidad ha logrado construir en siglos de existencia.
Las
naciones, horrorizadas por lo vivido en las I y II guerras mundiales, con la
contribución de los EE.UU., mal que bien habían logrado armar una legislación,
unas normas, unos derechos universales, mínimos para contener la barbarie, la
destrucción, el abismo. Pero la crisis económica general del capitalismo, la
crisis del sistema mundo, viene arrasando valores universales, conquistas
humanas, pueblos, naciones enteras. Paradójicamente, ¡Oh, ironía! La caída del
campo socialista acelero el entierro, del liberalismo, de la democracia
burguesa.
Hace
tan solo 50 años un extraordinario norteamericano negro Martín Luther King pronunciaba
un memorable discurso que sigue conmoviendo al mundo: hablaba del sueño de la
igualdad y de la libertad. La “minoría blanca” racista e imperial, ha impedido
que ese sueño se cumpla.
Hoy,
cumple su segundo mandato un presidente negro en los EE.UU., pero es un negro
que piensa y actúa como tirano blanco y su sueño, a diferencia del de Martín
Luther, es un modernísimo dron. El uso
de drones se ha convertido en una parte integral de la estrategia de guerra de
EE.UU. y desde que Obama llegó al poder, se han duplicado sus misiones en
comparación con la etapa inicial.
El
siniestro Barack Obama ha multiplicado y exacerbado al máximo “el destino
manifiesto” del complejo militar industrial de su país, ha puesto en varias
ocasiones al planeta al borde la III guerra mundial. No fueron suficientes
Afganistán y Siria, Irak y Libia; hay que revivir la guerra fría, provocar a
Rusia, intervenir en Ucrania. La OTAN ya tiene planes en Moldavia, Armenia y
Azerbaiyán.
Desde
los bombardeos atómicos contra Hiroshima y Nagasaki, los EE.UU. y su Armada han
tratado el Pacífico como su lago privado. Provocando constantemente a La
República Popular China. El sitio web Global Research señala que la presencia
de las fuerzas de operaciones especiales ha aumentado en 60 países durante el
mandato del presidente Barack Obama.
En
el mar Caribe fue activada la IV flota del Comando Sur, sumando amenazas de
guerra a las existentes desde las bases gringas en territorios de Colombia,
Panamá y Paraguay. Parece un chiste el nombre, pero en la “Estrategia del
Comando Sur de los EE.UU. 2018 – Amistad y cooperación para las Américas”
quedan claros los objetivos de guerra: los gobiernos hostiles de Venezuela y
Bolivia, no hay que ser muy sagaces para saber que en la lista está Ecuador y
Argentina, Nicaragua y nuevamente El Salvador. Brasil es el bocado grande, Cuba
por ser la bofetada firme y continua al imperio.
Las
FARC-EP, en Colombia, han tenido que enfrentar el programa de operaciones
encubiertas de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), la ayuda
secreta de parte de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) a nivel de
espionaje, que está financiada a través de un presupuesto especial de
operaciones encubiertas de miles de millones de dólares y la financiación legal
de $9 mil millones del nefasto Plan Colombia que comenzó en el año 2000. Este
esfuerzo de guerra continúa bajo la administración del presidente Barack Obama,
de acuerdo con funcionarios militares, de inteligencia y diplomáticos.
La
dolorosa situación de Venezuela no es casual, ni es la protesta violenta de
estudiantes furiosos porque el chavismo les da educación gratis, incluso a los
burgueses. ¡No! el imperio mató al legendario e inolvidable Comandante Chávez
para inmediatamente después montar la contrarrevolución armada, la guerra.
Mientras que el gobierno venezolano del Presidente Maduro le tiende a Colombia
la mano de la paz, en Colombia desde los sectores más retardatarios del
narco-paramilitarismo, con Uribe a la cabeza, y desde las vacilaciones de
Santos, se cocina por orden de los EE.UU., el apoyo (en las radios, la prensa,
la TV, etc.), la financiación y el entrenamiento de fuerzas mercenarias. Un
proceso de paz en Colombia, con reformas profundas que le cambien el rumbo al
país, discutidas en la Habana y refrendadas en una Asamblea Nacional
Constituyente, le quita el piso, por lo menos en Latinoamérica, al “sueño de
Obama”.
Los
gobiernos democráticos y antiimperialistas, las fuerzas revolucionarias de
América Latina y el Caribe, en particular las FARC-EP, tenemos el compromiso
histórico de hacer realidad el sueño de Luther King: ser libres, al fin!