jueves, 29 de septiembre de 2011

La hermenéutica de la paz en Colombia (Parte I)


A Shirley Briceño, homenaje a su sacrificio

Por Carolina Trens

Admirable el coraje del politólogo, investigador y académico estadounidense Marc Chernick al publicar un libro de altos quilates como lo es el texto “Acuerdo posible, solución negociada al conflicto armado colombiano”, en cuya portada esta el óleo del pintor Fernando Botero Manuel Marulanda “Tiro fijo”. Porque, como dice él mismo, al recorrer esos caminos se “pueden desencadenar enormes avalanchas”; sin embargo esperamos que todo este esfuerzo solo nos lleve a las hermosas cumbres.

Para comenzar, le debemos al Doctor Chernick una explicación por piratear su obra: consideramos que este libro debe ser leído por el mayor número de colombianos y estadounidenses, en primer lugar, y luego por todo el mundo que tenga que ver con la guerra en Colombia. Comprarlo para más del 60% de pobres colombianos es imposible, circularlo gratis por el ciber espacio cumpliría con uno de los objetivos del trabajo y es que entre la mayor cantidad de gente posible encontremos valiosos elementos para allanar los caminos de paz en nuestro país. 

Vamos a señalar los aspectos más relevantes, a nuestro modo de ver, del libro “Acuerdo posible”. La idea señalada en varias oportunidades de que “no es posible una solución militar a este conflicto. De otro lado, sí es posible una solución política; su contorno ha sido visible por muchos años.” (por ejemplo, pagina 53). Extraordinaria la opinión del profesor Marc sobre las exigencias de las FARC en años de negociación; contrasta la generosidad y realismo de la guerrilla con la mezquindad y oportunismo del régimen colombiano: “Lo que es sorprendente –sobre todo para un observador externo- es cuán sistemáticamente moderadas fueron durante veinte años, las posiciones de los negociadores. A pesar de las estrechas relaciones de las FARC con el Partido Comunista Colombiano desde su fundación, en 1964, en ningún momento las FARC pidieron negociar sobre la base de una transición hacia un régimen o hacia una economía socialista.” (Pagina 29)

Acertadamente el autor considera que los orígenes de la guerra en Colombia fueron: (una) “confluencia de factores estructurales, institucionales y sociales que exacerbaron las hostilidades sociales existentes, las acentuadas desigualdades y el desangre por encima del diálogo o la reforma.” Resumidos en temas tales como “la concentración de la tierra”, “la total ausencia o, en algunas zonas, el “colapso parcial” del estado”, “la expulsión masiva de campesinos de sus tierras” (Pagina 62), los desplazados, que para la fecha ya superan los 5 millones. Con respecto a la visión sobre la confrontación armada dice: “Si parece una guerra, si apesta a guerra, si se conduce como una guerra –y más de 1000 combatientes son muertos en circunstancias de guerra-, entonces es una guerra”. (Pagina 39)

El concepto bastante objetivo del autor sobre la insurgencia, a pesar de ideas y aseveraciones que obviamente no compartimos: “Son fundamentalmente organizaciones políticas…. Los movimientos guerrilleros todavía continúan educando a sus combatientes y partidarios en torno a los temas de injusticia y opresión y tratan de organizar la vida política y social de las comunidades donde mantienen influencia”. “Actúan principalmente para conquistar el poder – a menudo, el poder local-, no la riqueza.” (Pagina 69) Y mas adelante: “Las FARC deben verse a través del lente de las decisiones estratégicas, militares y políticas.” (Pagina 213)

La visión particular de Chernick sobre el paramilitarismo, de donde dice provino la principal violencia política: “había tres subgrupos de paramilitares, aunque en su clasificación no son excluyentes entre sí: los fundados directamente por las fuerzas armadas; los organizados por funcionarios locales, intereses comerciales y económicos, gamonales y grandes terratenientes de la respectiva localidad; y los creados por narcotraficantes que invirtieron las ganancias obtenidas de la droga en la adquisición de tierras.” (Pagina 167) La forma como a sangre y fuego el sector feudal se ha mantenido en el poder: “dieron nueva vida a las rancias élites rurales que habían sido derrotadas por la historia en prácticamente el resto de naciones latinoamericanas en el transcurso del siglo XX. Al mismo tiempo, integraron la más nueva narco-élite en esas anticuadas y concentradas estructuras del poder local.”(Pagina 170)

El libro del Doctor Chernick tiene tres ejes centrales que son examinados en profundidad, con seriedad y objetividad: el fenómeno del narcotráfico, EE.UU y por último, una agenda de negociación, la agenda Chernick.

De entrada, en la pagina 52 fulmina con esta frase: “El conflicto colombiano no es fundamentalmente sobre el tráfico de drogas; una eventual eliminación de esta actividad ilegal no culminaría de forma directa con el conflicto”. Un gringo malo embajador de los EE.UU acuño la frase “narcoguerrilla”, qué bueno que otro estadounidense se encargue de desmentir esa falacia que tanto daño le ha causado a Colombia.  La guerra contra los cultivos y el tráfico de drogas también ha servido para encubrir la violencia para estatal contra la oposición política y dice el autor: “El narcotráfico puede haber aumentado y acelerado la violencia pero no la ha causado.” (Pagina 81) Y agrega mas adelante: “El narcotráfico corrompió al estado y socavó la eficacia de instituciones fundamentales relacionadas con la justicia y el orden social. … el narcotráfico contribuyó a crear un nuevo actor armado que se oponía a la expansión guerrillera: los grupos de “autodefensas”. (Pagina 123)  En este punto diferimos con el autor en cuanto a que en un comienzo fue el Estado el corruptor, en tanto cedió poder a las mafias para que, en alianza con los paras aniquilaran a la oposición política.

Y esta última perla: “… hay una relación entre el auge del tráfico de drogas en la región andina y el fracaso de las políticas de desarrollo nacional. La propagación de los cultivos ilegales no surgió en un vacío político o económico ni la rápida expansión fue impulsada sólo por la demanda internacional.” (Pagina 189)   En síntesis la idea que compartimos plenamente es que el narcotráfico es un fenómeno del subdesarrollo, de la enorme incapacidad de las elites colombianas por su ancestral atraso para construir capitalismo puro. 

En el libro de Marc Chernick se hace alusión permanente al tema de Estados Unidos: todo tiene que ver con la potencia; la economía, la política, la guerra, la paz, las drogas, las mafias, los paramilitares, las relaciones internacionales, la geopolítica, la historia, el presente y el futuro.   Y dice: “Colombia vino a ser el eje de una nueva estrategia contrainsurgente dentro del marco de la Guerra Fría que fue desplegada contra las guerrillas liberales recalcitrantes y sus aliados comunistas en los primeros años del Frente Nacional, lo cual culminó con campañas de bombardeos aéreos contra las “repúblicas independientes” comunistas en 1964 y 1965. En este contexto, las negociaciones fueron excluidas. La estrategia transformó, asimismo, grupos de campesinos armados provenientes de la guerrilla liberal y comunista del período de la Violencia en la guerrilla de las FARC.”(Pagina 123)

Colombia ha sido el laboratorio por excelencia de EE.UU: aquí se experimentaron la guerra contrainsurgente y la Doctrina de Seguridad Nacional, la guerra contra las drogas, el Plan Colombia, la guerra anticomunista y la guerra antiterrorista; ha sido el Caín de América por cuenta del cipayismo de sus gobernantes. “Estados Unidos tampoco aplicó nunca su concepto de búsqueda de la paz (peacemaking) en Colombia” (Pagina 28) se lee en el libro y por el contrario: “Colombia ya sobresalía como el tercer receptor en el mundo de la ayuda estadounidense para seguridad”… es decir para la guerra. (Pagina 124)

Interpretando la indiscutible necesidad de paz para Colombia y con la esperanza de un cambio en la política de injerencia de su país con respecto a la guerra en el nuestro, el profesor Chernick dice: “sólo EE.UU tiene la suficiente influencia para presionar a los militares y empujar a las élites políticas y económicas a apoyar una paz integral.”(Pagina150)

Por último queremos destacar la Agenda Chernick para una posible negociación en Colombia, con la premisa de que las “Reformas y (el) poder político es la esencia de la negociación”, de que debe conformarse una Comisión de la Verdad con instituciones nacionales e internacionales que no sean juez y parte del conflicto, señalando que el “rol clave que deben desempeñar los grupos organizados de la sociedad civil consiste en ejercer constante presión en favor de la paz y en demandarla sin tregua, mediante paros laborales, paros cívicos, referendos, publicaciones en los medios de comunicación, manifestaciones artísticas, seminarios universitarios y foros populares.” (Pagina 110)
  
Agenda Chernick (Pagina 104):
-Cuestiones agrarias, reforma agraria, desarrollo rural y cultivos ilícitos
-Fuerzas armadas y organizaciones paramilitares
-derechos humanos y DIH
-condiciones de gobierno y poder locales
-condiciones de gobierno y poder nacionales